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La energía eléctrica producida en las centrales de generación es conducida a través de cables muy gruesos. Por estos cables, la electricidad atraviesa grandes distancias hasta llegar a edenor, que transforma esa energía y la lleva hasta tu casa.
Para que la electricidad pueda llegar a las distintas distribuidoras, y desde ahí a las fábricas y los hogares que pueden estar a miles de kilómetros, se utiliza la tensión.
La tensión es la fuerza con la que se mueve la electricidad. Hay tres tipos:
Cuanto más largo es el trayecto que tiene que recorrer la electricidad, mayor es la fuerza que necesita y, por lo tanto, más elevada la tensión.